Consecuencias psicológicas de gestionar el duelo sin despedida

Las personas necesitamos cerrar procesos a nivel psicológico, para poder adaptarnos a las situaciones nuevas como afrontar un duelo sin despedida.

Cuando perdemos de manera inesperada a un ser querido nos queda el malestar intenso de no haber tenido tiempo para despedirnos.

Este dolor y esta angustia se intensifican radicalmente en la situación de confinamiento que hemos vivido, en el que no realizamos ritual de despedida.

Duelo sin despedida: ¿qué consecuencias tiene?

Cuando nos dan la noticia del fallecimiento, el impacto emocional es muy intenso. Se nos ha privado de estar con nuestro familiar por medidas sanitarias.

Podemos experimentar incredulidad y pensamientos del tipo “me parece mentira lo que ha pasado, no me lo puedo creer, se le veía tan lleno de vida”. Esta sensación es más intensa cuando la muerte ha sido inesperada y te ha impactado a todos los niveles.

Sentiremos angustia, irritabilidad por la impotencia y sentimiento de injusticia por todo lo que está pasando, tristeza sin fin.

Consecuencias psicológicas ante el fallecimiento

Estaremos aturdidos, con falta de atención y concentración para realizar tareas sencillas y cotidianas. Así como la presencia de pensamientos repetitivos respecto a cómo habrán sido esos últimos momentos de vida.

Tendremos llanto frecuente y espontáneo. En estos primeros instantes, el shock nos hará relativizar durante un breve periodo la severidad de la situación.

Nos autoaislamos, así, emocional y psicológicamente para ir dando progresivamente respuestas más eficaces durante el proceso de duelo.

Es como dar un paso atrás para ver la situación con otra perspectiva, aunque lo estemos pasando mal, y volvamos a avanzar enfrentándonos a lo que vaya llegando.

En este inicio del duelo es muy normal que tengamos todas estas reacciones y, aunque nos sintamos bloqueados, tenemos que intentar airear emociones y comunicarnos con las personas que están con nosotros en casa, con nuestra familia, y utilizar medios para conectar con el resto de la familia y amistades.

Impacto emocional de vivir sin el ser querido

Este proceso de “no despedida” prolonga más en el tiempo la intensidad del impacto emocional y dificulta asumir la nueva situación de vivir sin la persona fallecida.

Se ha roto el proceso que todos tenemos interiorizado por cultura y costumbres: despedida en vida si es posible, despedida durante el velatorio y última despedida en el entierro o incineración.

Todo este proceso lo vivimos acompañados de familiares y amigos, que en los primeros momentos amortiguan un poco ese dolor intenso que sentimos.

Se nos priva de esa última mirada, del contacto físico en forma de abrazo, de cogerle la mano, de reconciliarnos emocionalmente con la persona fallecida, de expresar lo que sentimos a nuestros familiares y amigos, de llorar junto al difunto.

Rituales de despedida para aceptar la pérdida

En definitiva, se rompen muchas cosas si no estamos ahí en ese acto de despedida, y la fundamental es no poder cerrar el proceso de “acaba de fallecer, descansa en paz, te quiero”.

Esto es muy duro y puede dificultar un inicio normalizado de duelo.

Es el momento de utilizar nuestra experiencia y nuestras habilidades para empezar a enfrentarnos a la situación de pérdida, de echar de menos a la persona, y hacernos acompañar por personas entrañables, aunque sea a distancia.

Son momentos muy dolorosos pero necesarios para adaptarnos poco a poco a la nueva situación vital: lo que vemos como un problema –el dolor y la aflicción– forma parte de la solución: la aceptación.

Comunicar a distancia el fallecimiento de un familiar

Es muy importante cómo transmitimos la comunicación al resto de los familiares y amistades en unos momentos muy difíciles.

Sabemos que la información que vamos a dar va a tener un efecto enorme en la persona a la que nos dirigimos y, por esa razón, describo unas pautas que pueden ayudar en esos momentos:

  • Tenemos que elegir un momento adecuado y un lugar discreto para transmitir la mala noticia y facilitar así el desahogo emocional y la expresión de todo tipo de sentimientos.
  • Aunque en este momento sea a través del teléfono o por videoconferencia, tenemos que intentar que sea un momento lo más íntimo posible
  • Crear un ambiente para que sea más fácil hablar, o simplemente mirar y asentir, escuchar o estar en silencio. 
  • Mantendremos el contacto ocular, pronunciaremos su nombre con un tono de voz audible y lo más sereno posible, le diremos que el familiar ha fallecido.
  • Expresaremos nuestras emociones, lloros, tristeza profunda. 

 

 

guia de ayuda al duelo funespana

 


Vicente Prieto Cabras Director area clinica Alava Reyes

Vicente Prieto CabrasPsicólogo Especialista en Psicología Clínica. Director Técnico y Director del Área Clínica del Centro de Psicología Álava Reyes. Experto en evaluación, diagnóstico e intervención en clínica. Supervisor de casos clínicos. Entrenamiento en habilidades directivas y de gestión en diferentes colectivos profesionales, maestros, enfermería, médicos, ingenieros.