El Tanatorio de Zaragoza, perteneciente al Grupo Funespaña, abrió las puertas de su cafetería a una veintena de personas para reflexionar sobre la muerte.
El encuentro tuvo como objetivo aportar normalidad a este tema y abrir sus instalaciones a la sociedad en general.
El concepto del «Death Café» consiste en una especie de foros casuales para aquellos interesados en discutir pensamientos filosóficos. Inició en 2004 por el sociólogo suizo Bernard Crettaz y posteriormente, John Underwood lleva este movimiento a Londres.
El pasado 20 de febrero la “Fundación Vivir un Buen Morir” de Zaragoza reunió a un grupo de personas en torno a las 17.30 horas para compartir sus vivencias y dudas en torno a la vida y la muerte, sin tapujos.
Este evento, que se viene realizando desde hace años en distintos países de habla inglesa, se ha conocido como «Death Cafe» o «Café Mortels» dependiendo del idioma que se use y que aquí podemos traducir como «Café de la muerte».
Una de las organizadoras de la reunión, Mar López, de la Fundación organizadora de la actividad, “Vivir un Buen Morir” lo explicó perfectamente a los presentes:
«A la gente le parece que si se dice la palabra ‘muerte’ en inglés es menos».
Los organizadores del acto recalcan que:
«(…) el propósito es fomentar la conciencia social de la muerte desde varios puntos de vista para valorar la vida y romper el tabú que supone hablar de todo lo relacionado con la muerte.”
En el periódico El Heraldo se cuenta cómo fue esta primera experiencia en un centro de Funespaña.