Cuando vivimos la pérdida de un familiar o un ser querido no es algo que se supera, es una situación que aceptamos e integramos en nuestra vida.
Sentimientos ante la pérdida de un familiar
En un primer momento lo habitual es sentir tristeza, rabia, enfado e incluso frustración, pero sin lugar a dudas la emoción predominante es la tristeza.
La tristeza pasará, y se trasformará en nostalgia, y podremos decir que lo tendremos aceptado e integrado cuando recordemos a esa persona y no sintamos ese vacío desgarrador, ni las lágrimas acudan a nuestro rostro.
Lo que empezaremos a sentir será añoranza, melancolía… pero seremos conscientes de todo lo que ha significado para nosotros esa persona.
Que es cierto que la echamos de menos, pero desde la consciencia de que nuestra vida sigue y que podemos ser felices sin él o ella.
Si acabas de perder a alguien, lo más probable es que esto te parezca muy lejano, pero te aseguro que llegará un día en el que lo conseguirás.
Dejarás de estar triste, de llorar, de preguntarte cómo va a ser tu vida a partir de ahora, porque serás consciente de que tu vida sigue, que todo continúa sin tu ser querido, y que incluso, por muy difícil que te parezca ahora, volverás a sonreír y a ser feliz.
¿Cuándo estaré bien?
Si estás en esta situación, lo más probable es que quieras saber cuándo estarás bien. Cuándo vas a dejar de sufrir. Puedo garantizarte que, poniendo de tu parte, aceptando lo ocurrido e integrándolo en tu vida lo conseguirás.
El paso del tiempo es un factor que a la mayoría de las personas les ayuda, sin embargo, aceptar la situación puede llevar desde seis meses a un año, pero en ocasiones, podemos tardar más tiempo, la fecha dependerá de:
- Las circunstancias del fallecimiento: No es lo mismo una enfermedad terminal donde nos hemos hecho a la idea y nos hemos podido despedir, que la situación que muchas familias tienen que vivir en la actualidad, en la que el coronavirus se ha llevado a sus seres queridos prácticamente sin avisar.
- Si nos hemos podido despedir: Por eso, ya comentamos en otros post, que aunque fuese mediante una carta o con técnicas como la silla vacía, que era bueno despedirse, porque esto nos permite iniciar el duelo.
- La edad de nuestro ser querido: Cuanto más joven, más complicado será asumir la pérdida, debido a esa sensación de injusticia que nos lleva a pensar en todo lo que le quedaba por vivir.
- El grado de cercanía y de la relación con el fallecido: Cuanto más allegada sea la persona, tanto a nivel familiar como personal, más difícil será de asimilar y aceptar la pérdida.
- Nuestro estilo de afrontamiento:Las tres primeras variables no dependen de nosotros, son las que han tocado, pueden ser muy complicadas, porque en esta situación tenemos mucho en contra. Sin embargo, esta última depende al 100% de nosotros mismos. Sé que es muy complicado, pero la actitud que tomamos ante la muerte, es algo que depende de nosotros.
Superar la pérdida de un familiar
Decálogo para aceptar la situación:
No negar la tristeza
Ser conscientes de la tristeza que nos causa la pérdida y no negarla.
Aceptar los sentimientos
Sin juzgar nuestras emociones, simplemente experimentándolas, es el primer paso para la aceptación. Aceptar no significa que no duela, sino que soy consciente, se que es lo normal y lo asumo.
Verbalizar cómo nos sentimos
Tragarnos las lágrimas no es una buena idea. Si necesitas llorar, llora. Expresa todo lo que sientas, todas las emociones son lícitas y válidas. No hay una emoción correcta.
Si estás enfadado o frustrado es importante que lo digas. Nadie debe cuestionar cómo te sientes, y mucho menos tú mismo.
Hablar sobre la muerte del ser querido
En esta situación en la que no hay posibilidad de velatorio, ni de compartirlo con los demás, es fundamental llamar a amigos o familiares para hablar de lo que ha ocurrido, de lo que sabemos, de cómo nos sentimos.
Nos ayudará a procesar la situación y evitar que el duelo se enquiste y se procese como traumático.
Ayuda a los demás
Ayuda a tus familiares y amigos que también sufren la pérdida.
Cuando ayudamos a los demás, además de sentirnos útiles, nos sentimos mejor con nosotros mismos. En ocasiones hacer un duelo compartido puede facilitarlo.
Mantén unos hábitos de vida saludable
No descuides las rutinas de comida, sueño… hacer deporte en la medida de los posible y mantenerse activo ayudarán a normalizar la situación.
Intenta retomar tu vida
En la medida de lo posible, intenta seguir con tu vida. Teletrabajando, hablando con amigos, aunque lo hagas triste, pero no dejes de atender a nuestras obligaciones.
Recuerda la vida de tu familiar
Qué cosas le gustaban, situaciones especiales vividas juntos… aunque en un primer momento te ponga triste, recordarle y rememorar, es una buena estrategia para aceptar lo que ha ocurrido y valorar lo que esa persona nos ha aportado.
Escucha a tu cuerpo y tus necesidades
Reconoce lo que necesitas, negarlo no es una buena estrategia, y lo único que haríamos sería retrasar la aceptación y el duelo.
Pide ayuda si la necesitas
No tienes que hacerte el valiente, somos humanos y no somos perfectos. La situación es muy complicada y seguro que hay personas de tu entorno dispuestas a ayudarte.
Silvia Álava Sordo, Doctora en psicología clínica y de la salud. Es psicóloga sanitaria, especialista en Psicoterapia, experta en psicología educativa, escritora y conferenciante. Combina esta actividad con la docencia en másteres y cursos de especialización universitaria, así como con la divulgación de la psicología en diversos medios de comunicación, entre ellos es colaboradora de Saber Vivir de RTVE.- Centro de Psicología Álava Reyes.