Ante la noticia del fallecimiento de un bebé antes o al poco de nacer, la primera vez que se tiene contacto con los padres que han sufrido esta pérdida, la mayoría de las personas no saben qué decir o cómo actuar.
No es tarea fácil, uno no sabe cómo pueden sentirse unos padres en esta situación, es algo impensable y muy difícil de entender o asimilar para alguien que no ha pasado por esta experiencia.
Enfrentar la pérdida de un hijo
A los profesionales sanitarios que trabajan en los hospitales cuando se tienen que enfrentar a esta realidad, tampoco les resulta fácil.
La mayoría de ellos dicen no estar preparados ni formados para comunicar la fatal noticia, ni para sostener el impacto emocional y el indescriptible dolor en los padres.
De hecho, algunos padres que han pasado por esta experiencia, reconocen que sintieron una falta de habilidades de comunicación y en la atención emocional por parte de los profesionales que les atendieron.
Así mismo muchos son los padres que manifiestan sentirse sorprendidos y decepcionados por el comportamiento de algunos de sus familiares y amigos más cercanos.
¿Qué esperan los padres que han sufrido la pérdida de un bebé?
De los profesionales sanitarios, esperan sobre todo respeto a ellos, a su bebé y a lo que ha sucedido, que se les dé tiempo para procesar la noticia, para tomar las diferentes decisiones y que se les apoye y oriente durante todo el proceso.
Necesitan información veraz y eficiente tanto médica como de los diferentes recursos y que esta información se haga desde el respeto, empatía y sensibilidad.
Qué hacer como profesional sanitario
- Presentarnos por nuestro nombre y cargo y decirles en qué les podemos ayudar en estos momentos.
- No abusar de terminología médica que los padres no van a entender y expresarse con palabras más accesibles.
- Preguntar si el bebé tenía nombre y utilizarlo o llamarlo hijo o bebé, no feto.
- No utilizar frases hechas que pueden resultar huecas o vacías.
- Proporcionar recursos y redes de apoyo.
- Cuidar nuestra comunicación no verbal, tono de voz, cercanía física, mirada a los ojos…
- Dirigirnos por igual a ambos miembros de la pareja.
- Ayudarles a tomar decisiones si lo necesitan informándoles de lo que han hecho otras familias y les ha servido.
- Mostrando nuestro interés al poco tiempo de salir del hospital con una llamada, e-mail o carta.
¿Qué decir a los padres que han sufrido una pérdida perinatal?
Como profesional sanitario
- Lamento/siento lo que os ha pasado.
- ¿Qué puedo hacer por vosotros?.
- Tomaros el tiempo que necesitéis.
- Si queréis puedo quedarme con vosotros u os dejo solos si lo preferís.
- ¿Tenéis alguna pregunta?.
Como familiar de los padres
Para los familiares, esta situación es doblemente complicada, al dolor por lo que están pasando sus hijos o hermanos, se une el dolor por su propia pérdida (nieto, sobrino…).
Es muy difícil sostener el dolor tan profundo de un familiar cercano ante el fallecimiento de su hijo y con la mejor de las intenciones , intentando aplacar ese dolor, pueden decirse cosas que lejos de ayudar, acaben haciendo más daño.
- ¿Qué puedo hacer por vosotros?.
- Voy a acompañaros durante todo el tiempo que necesitéis.
- Cualquier cosa que necesitéis decídmelo.
- Si necesitáis tiempo y espacio decídmelo.
- Llevarles a casa comida casera.
- Ayudarles con la limpieza y organización de la casa.
- Ayudarles si hay otros niños en casa.
- Ayudarles con las gestiones administrativas.
- Ofrecerse por si quieren que les desmontemos la habitación que iba a ser del bebé.
- Ofrecerles llevarles o acompañarles a los sitios que necesiten.
Todo esto también lo pueden hacer los amigos más íntimos o cercanos.
Los amigos menos cercanos, compañeros de trabajo, vecinos, padres del colegio de otros hermanos, y otros conocidos, lo mínimo que pueden hacer es decir cuanto antes, aunque sea por mensaje : “Me he enterado de lo que os ha pasado, lo siento mucho. Si puedo hacer algo por vosotros decídmelo.”
Como padres, ¿Qué podemos hacer para que nos ayuden?
Y finalmente, nosotros como padres que hemos perdido a nuestro bebé,
- Saber que nuestra familia nos quiere, que hacen lo que hacen con la mejor de sus intenciones.
- Entender que lo más probable es que no sepan qué hacer o qué decirnos, si dejarnos solos o estar muy presentes…
- Comunicarnos, pedir cualquier tipo de ayuda cuando la necesitemos, tanto logística como emocional.
- Pedir respeto por nuestras decisiones aunque no las entiendan.
- Agradecer su apoyo.
Sabina del Río Ripoll, Psicóloga Perinatal, directora de Calma – Centro de Psicología y Especialistas en Maternidad. Combina la atención clínica a personas que atraviesan dificultades en relación a la maternidad con la docencia de cursos especializados para profesionales que trabajan con familias y bebés. Colaboradora habitual en diferentes medios de comunicación, trabaja por la visibilización y divulgación del periodo perinatal. Escritora del libro “Ante todo mucha calma” y del artículo: “Duelo Perinatal: Haciendo visible lo invisible”.