Si bien, ante una pérdida perinatal los padres, y en especial la madre, son los más afectados, los familiares también van a sufrir y merecen cuidado y atención. En este artículo, abordaremos el duelo perinatal en otros familiares.
Cómo afecta el duelo perinatal a la pareja
Es importante hacer una mención especial a las parejas de las madres, porque muchas veces su dolor queda relegado a un segundo plano y su función se reduce al apoyo y sostén de la madre, pero ellos también han perdido un hijo, unas expectativas de futuro, un rol, una familia soñada…
La pareja, ante esta experiencia suele funcionar de un modo más operativo, centrándose en lo que hay que hacer, en buscar las causas de lo ocurrido, en intentar consolar a la madre.
Tiende a dejar menos espacio para poder conectar con su propio dolor (probablemente porque esto es lo que todos esperan de ellos). Otra de las causas para que esto ocurra, es que la madre comienza a vincularse son su bebé, desde el inicio del embarazo (incluso antes) y esto no suele ocurrir con el otro miembro de la pareja que suele vincularse posteriormente.
Las parejas suelen sentir que al dolor propio, se une la impotencia de no saber o poder ayudar a la madre. Muchos dicen que ellos pueden con la situación, pero que necesitan que ellas estén bien y que no saben ya qué hacer para mitigar su angustia, tristeza y desesperación.
La pérdida de un hijo puede llevarles a una unión más fuerte o al inicio de conflictos y distanciamiento al no comprender o respetar el modo de sentir del otro. Si esto ocurriera, es bueno recurrir a la ayuda de un profesional especializado.
Los hermanos: ¿Cómo afrontan la pérdida?
Dependiendo de la edad y circunstancias de la muerte, los niños van a reaccionar de muy diferentes modos.
Lo que sí es necesario, en todos los casos, es tener en cuenta que este suceso va a conllevar cambios importantes en todos los miembros de la familia, sobre todo en un primer tiempo, donde los padres estarán tristes y ausentes.
Cómo gestionar la pérdida perinatal con los hermanos:
- Explicarles lo que ha ocurrido adaptando el lenguaje a su edad y capacidad de comprensión. Podemos apoyarnos con cuentos o dibujos animados en los que se hable del tema.
- Permitirles que expresen todas las dudas que tengan y las emociones que les surjan. Podemos ayudarnos del juego o del dibujo para que puedan expresarse.
- Procurar que se sientan seguros y que sus rutinas no cambien demasiado.
- Decirles que durante un tiempo van a ver a los padres tristes, incluso llorando, que es normal pero que no se preocupen y “darles permiso” para que ellos lloren cuando quieran si lo necesitan.
- Intentar que no presencien momentos en los cuales la angustia de los padres se dispara y el llanto es incontrolable.
- Observar si el niño muestra cambios repentinos en sus hábitos de sueño, alimentación, juego o rendimiento escolar. Puede ser la única manera que encuentre de expresar su malestar. Es beneficioso consultar con un profesional que o bien de orientaciones sobre cómo actuar, o bien ayude al niño a transitar por su duelo.
- Avisar a los profesores del niño de lo ocurrido para que estén pendientes de él y observen con atención posibles cambios en su comportamiento habitual.
Duelo perinatal en otros familiares: Abuelos y otros miembros
Duelo perinatal en otros familiares: Los abuelos
Los abuelos se van a encontrar con un doble dolor, el primero por la pérdida del nieto deseado y esperado con todas las ilusiones y expectativas puestas en él, y por otro lado, el dolor de ver sufrir a su hijo/a de un modo indescriptible y no saber o poder evitarle ese sufrimiento.
Muchos son los que dicen que si pudieran cambiarse por el nieto que se ha ido lo harían gustosos.
Duelo perinatal en otros familiares cercanos
Lo mismo ocurre con otros familiares cercanos, que tendrán que armarse doblemente para poder ofrecer su apoyo, sostén y consuelo mientras van elaborando su propio dolor.
La mejor manera de poder ayudar a una pareja en estos momentos es ofrecerles consuelo y ayuda del modo que ellos vayan demandando.
Algunas parejas necesitan espacio y tiempo y otras compañía, pero para todas es importante saber que sus familiares van a estar ahí cuando ellos lo necesiten, para hablar o para dejarles solos si lo necesitan.
Sabina del Río Ripoll, Psicóloga Perinatal, directora de Calma – Centro de Psicología y Especialistas en Maternidad. Combina la atención clínica a personas que atraviesan dificultades en relación a la maternidad con la docencia de cursos especializados para profesionales que trabajan con familias y bebés. Colaboradora habitual en diferentes medios de comunicación, trabaja por la visibilización y divulgación del periodo perinatal. Escritora del libro «Ante todo mucha calma» y del artículo: «Duelo Perinatal: Haciendo visible lo invisible».
